domingo, 22 de abril de 2012

Me pesa más el amor que le tengo a Adrián que mi ego

La actriz revela sus sentimientos frente a su maternidad, habla de su carrera, de la fama y dice que no le molesta que digan “la mujer de Suar”.

Griselda Siciliani está sorprendida con esto de estar embazada. No tanto con la idea de tener una nena, con su novio, Adrián Suar (¿hay que decir quién es?), sino por el puntual hecho de una persona creciendo en su interior: “Es una persona que vive de vos adentro de tu cuerpo, decí que tiene cierta poética y amor, pero biológicamente es rarísimo”. Su debut en el cine como una ex pareja de un imitador de Elvis fue el film que llevó a Sundance (“Ni siquiera soñaba con hacer una película. Viniendo del teatro, ya de por sí la tele fue raro para mí. Menos me iba a imaginar Sundance con mi primera película.”) Película que se estrena el 26 de abril, dirigida por Armando Bo (el nieto de la leyenda del cine), donde la actriz aceptó trabajar sabiendo que no era protagonista. “No me importaba”, dice ella. Por estos días, madre e hija (Margarita) ya tuvieron su primer instante público: Siciliani mostró la panzota en el video de la banda La Franela.
—El protagonista de la película es un imitador de Elvis que ha moldeado su vida en torno del Rey. ¿Quién sería tu Elvis?
­—Mmmm. Sabés que antes pensaba sobre eso, sobre si quería ser como alguien… pero no recuerdo mucho. Recuerdo que cuando era niña, cuando era básicamente una bailarina, mi ídolo era Baryshnikov, así que tenía mis ídolos de la danza, pero no quería ser ellos. Tenía el póster, el video, la fascinación. O mismo Julio Bocca. Pero no recuerdo disfrazarme de otra persona. Ahora de adulto, no…
—Marcaste mucho la palabra “adulto”…
­—¿Sí, no? Pero cuando te va bien es muy satisfactorio, el sentir que vas haciendo tu propia personalidad artística en lo profesional. Pero sí, ahora que estoy embarazada definitivamente soy un adulto. No me da miedo. Me llama la atención que uno se siente más joven de lo que es, siempre. Ves a uno de 28 y pensás es igual que yo. Y no. Mi mamá a los 30 tenía cinco hijos, ya. ¡Cinco veces había parido! ¡Así! ¡Siendo docentes! Y yo pienso: “Uh, voy a tener un hijo, ¿estaré preparada?” ¡Ya soy una vieja prácticamente! Es otro mundo.
—¿Estás preparada? ¿Te gustaría ser el Elvis de tu hija?
­—Yo creo que sí, que voy a estar preparada. A medida que pasa el embarazo, voy perdiendo los miedos y digo, bueno, yo seré como pueda. Como que estar preparado es estar atentos pienso, poder amar a ese hijo como uno pueda. Después lo que a uno le gustaría ser como padre o no, equivocarse o no…eso antes estaba en un primer plano, llevado a la realidad es otra cosa lo que te preocupa.
—¿Y te da miedo que sea la “la hija de…”, que las revistas quieran fotos de ella saliendo del colegio? Son algo así como los Brangelina locales.
­—Bueno, no tanto. Primero tendríamos que adoptar a unos ocho o nueve más. No me da miedo porque yo vivo con mucho relajo mi pareja. Tendría que estar atenta a que ella tenga muchas visiones de cómo es el mundo y no sólo ésta, la de ser “la hija de…”. Pero al mismo tiempo, ésa va a ser su realidad, siempre y cuando no lo viva infelizmente. Otros chicos sabrán lo que es ser hijo de padres docentes porque es lo que les tocó. A lo que tengo que estar atenta es a la sanidad psicológica.
—Alguien le dijo a Jagger: “Vas a ser tan famoso que te van a sacar fotos cuando pases por los aeropuertos”. Vos, ¿cómo vivís la fama?
­—La vivo bastante bien, porque en mi caso es consecuencia de un trabajo y de mi dedicación. El que sufre por eso es porque está sufriendo por otra cosa. No sé, Maradona realmente no puede salir a la calle, en ningún lugar del mundo. Que te saquen una foto cuando salís de comer no es un asedio. Pero ahora te saca más fotos la gente que los fotógrafos: ¡estás toda crota yendo al supermercado y te quieren sacar una foto!
—¿Te da miedo perder ese día a día, el poder ir al supermercado?
—Lo único que pasa es que la gente te mira. Y hay algo extraño: te acostumbrás. Cuando me voy a otro país, ahí sentís que no te miran, realmente. Es lo máximo que la gente te mire, la verdad. No tiene ni comparación lo que ganás contra lo que perdés.
—¿Qué hacés cuando en un país tan machista se usa el mote “la mujer de Suar”?
—Y... me la fumo. En un punto es el machismo y en otro, porque Adrián es un personaje muy importante dentro del medio. Supongo que si él fuera una mujer y tuviera ese rol, sería “el hombre de…”. Sé entender eso.
—¿Pensaste mucho en eso antes de salir con él?
—¡Sí! Porque el ego es muy grande. Pero nunca me pegó mal porque estoy enamorada de él. Supongo que debe ser más raro para “la hija de…”. Me pesa más el amor que le tengo que el ego que tengo, al que le molesta que me digan “la mujer de…”.
—¿Qué te gustaría que fuera Margarita?
Ni idea. Imagino que va a tener una inclinación artística. Soy actriz y mis padres son docentes. Somos seis hermanos y cada uno hace una cosa distinta.
—¿Cinco hermanos para Margarita, entonces?

—Ahí, sabes que me siento re mezquina, porque tener hermanos es lo más, tengo un tatuaje que dice “hermanos”. Le agradezco al hijo de Adrián, a Tomás, su existencia porque ya tiene un hermano de entrada.
—¿Qué no harías laboralmente? ¿Un “Bailando”?
—Creo que no conduciría nunca un programa. No me gusta. No me sale. Entiendo que es medio un personaje, pero siento que yo sería malísima. ShowMatch me ofrecieron mil veces. “Bailando” siempre me atrae por esa intensidad con la que entrenan y bailan y bailan, ya que trabajar de bailar es lo que hice toda la vida. Pero después, tengo que hacer de mí, que es algo con lo que no estoy tan cómoda.
—Podés hacer un personaje.
—Hay un jurado, es un concurso. No sé si me atrevería a concursar públicamente. No disfruto eso. Pero es atractivo estar bailando, bailando, y un ritmo y después otro. Hay algo de juego en eso. Por ahí ahora te digo que no, pero en otro momento, estoy. Nunca se sabe cuándo se va a pasar hambre. 

 "Me gustan mucho los desnudos"

Ya salió la pancita en el video musical de La Franela. Pero considerando que fue parte –que no tapa– de Playboy, ¿haría Siciliani la gran Demi Moore? “No estoy tan bien físicamente como para andar desnuda. Me gustan mucho los desnudos. En Hermosura, la obra de teatro que hacía con El Descueve, estaba desnuda. Me parece una pavada toda la histeria que hay con el desnudo acá. En Playboy no se me veía nada; de espalda, el c…, no más. O sea, la nada.”
¿Por qué cree entonces que está ese tema con el desnudo en nuestra sociedad si hay mujeres desnudas constantemente en la TV?: “Las bailarinas no tienen ese tema del desnudo. Obvio, era lo más salir en Playboy, pero para que veas cómo son las cosas, en ese momento estaba haciendo Hermosura y hacía un número mucho más jugado y zarpado. Como bailarina, tu cuerpo es tu instrumento. Yo a los 13 años bailé en la obra de fin de año de la Escuela Nacional de Danza, bailábamos todas con una falda y en topless. Teníamos 14 años y no nos parecía para nada raro. El cuerpo se utiliza de diferentes maneras. Moralmente, no entiendo el tema de los desnudos.”

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