miércoles, 25 de abril de 2012

Nota a Gri en Radio Mitre


Nota a Gri en Intrusos


Nota en Antes que sea tarde

La fama de galán de Adrián Suar ha trascendido y multiplicado desde que el hoy Gerente de Programación de El Trece lucía su peinado ochentoso en la recordada tira “Pelito”.
Lo cierto es que hasta ahora, ninguna de las parejas del actor lo había definido tan claramente como lo hizo Griselda Siciliani, su actual mujer y madre de su futuro hijo.
En un móvil realizado a distintos famosos por el envío “Antes que sea tarde”, conducido por el Guillermo “El Pelado” López, la actriz se atrevió a definir a Adrián Suar, en cuanto a sus aptitudes como amante… y lo destrozó.
La consigna presentada por el notero de AQST a las figuras que se habían presentado a la avant premier de la película “El último Elvis”, era la de investigar acerca del viejo mito que asegura que, un buen bailarín es, además y, por carácter transitorio, un buen amante.
La cuestión es que varios famosos se explayaron con respecto al tema, aunque Griselda Siciliani no dejó bien parado a Adrián Suar.
"Adrián como bailarín es groso, un precursor con sus pasos, para mí está adelantado para la época", tiró Griselda.
Y agregó: "Embarazar, embaraza a cualquiera. Buen amante es otra cosa", contestó luego Griselda, cuando se le preguntó por las condiciones amatorias de Adri.

Griselda en el estreno de El último Elvis - Mshow

Avant-première de El último Elvis

 

El lunes por la noche, en la avant-première de El último Elvis, todas las cámaras y los flashes apuntaron a una pancita: la de Griselda Siciliani, quien espera su primera hija, Margarita, junto a Adrián Suar.
La actriz, embarazada de siete meses, protagoniza el filme dirigido por Armando Bo junto a John Mc Inerny. La película gira alrededor de la vida de un imitador del Rey del Rock y llega a las carteleras este jueves 26 de abril.
Y nadie se quiso perder la avant-première que tuvo lugar en el Village Recoleta, incluido, como no podía ser de otra manera, Adrián Suar, su pareja y futuro feliz papá. Otra famosa presente fue Carla Peterson -una de las mejores amigas de Griselda-, quien lució su renovado look de pelirroja, enfundada en una mini que despertó varios suspiros.







Griselda Siciliani: "No trabajo de mujer de Adrián"

La actriz que espera un hijo con Suar, su pareja desde hace cinco años, se confiesa en la víspera del estreno de su primera película, El último Elvis
Por Silvina Ajmat
Faltan poquísimas semanas para el parto. O muchas, según el nivel de ansiedad de cada madre. En el caso de Griselda Siciliani, la palabra que define su estado es "tranquilidad". Tiene la voz tomada por un "resfrío estacional", pero no puede medicarse por "Margarita". No le importa. No va a dejar que nada detenga las oleadas de felicidad que vienen por todos los frentes: sentimental, familiar y profesional.
Tras un 2011 coronado por el éxito de Los Unicos , serie que protagonizó y que acaba de recibir cinco nominaciones a los Martín Fierro, incluida su propia candidatura a mejor actriz de telecomedia, este año decidió dedicarse por completo a su primera hija, Margarita, que nacerá en mayo fruto de su relación con el multifacético productor Adrián Suar. Sin embargo, los medios la buscan por estas horas por otro proyecto profesional que la llena de orgullo, la película El último Elvis , que se estrena mañana en la cartelera local, aunque ya se vio y se aplaudió en dos festivales: fue seleccionada para el Sundance Film Festival de Estados Unidos, y se presentó con gran repercusión en el Bafici.

"La primera vez que la vi completa fue en el Sundance. Fue muy emocionante, rarísimo verla con un público extranjero", dice, en diálogo con hola.com.ar . Asegura que nunca se imaginó hacer una película y que llegue a verse en festivales internacionales o, al menos, no se lo vio venir: "No intuía todo esto. Más sin pertenecer al mundo del cine. Hay gente que se dedica hace mucho y tiene más olfato para saber si la película va o no al exterior. Mi intuición fue más por el lado del personaje porque sentía que me servía a mí porque es opuesto a todo lo que hice en mi carrera como actriz, a nivel estético, a nivel lenguaje expresivo. Tuve que trabajar otra cosa y eso era interesante para mí".
En la película, su ex marido se cree Elvis Presley. Es un imitador del "Rey" que vive en la fantasía de encarnarlo, aunque su vida real dista mucho de toda la parafernalia del espectáculo. "Mi personaje es el que lo ve casi como lo ve el público. La película lo muestra más como un ganador. Mi personaje lo ve real. Ella está harta. Tienen una hija pero es muy difícil compartir la crianza con él", explica Griselda. Abunda en detalles porque la apasiona la historia, pero sobre todo, le apasiona verse convertida en ese personaje. Tuvo que teñirse el pelo, "afearse". "Todavía me resulta difícil reconocerme en la pantalla", declara.

Cuando Griselda vio la prueba de cámara que hizo el protagonista cantando como Elvis, se conmovió tanto que quiso ver más, y probar ella también. "Tuve una sensación física de que eso podía ser muy bello. Me gustó cómo trabajaba Armando con las cámaras. Leí el guión, es simple y bello. Armando me propuso este cambio estético tan grande para la película. No tenía idea del resultado. Sentía que iba a ser enriquecedor para mí como actriz".

La maternidad al lado de Adrián Suar

Cuando llegaba al tercer mes de embarazo, Griselda tuvo un susto importante: tuvo pérdidas y le recomendaron hacer reposo absoluto. "No la pasé bien. Me desbarajustó toda la vida ese mes. Tuve que irme de Los Unicos y entender que 'pérdidas' era igual a 'cama'. Sin embargo, aprendí a relajarme. Le hice caso al médico y cuando pasó el tercer mes de embarazo ya todo fue más tranquilo", recuerda ahora. Dice que es muy "colgada" con los preparativos para el parto y que hasta hace unas semanas no tenía nada previsto. "Los mismos nueve meses te van llevando a comprar las cosas que necesitás y a organizarte. ¡No tenía ni siquiera pensado quién sería el pediatra!", cuenta entre risas. "Por suerte, Adrián es mucho más prolijo con esas cosas que yo", agrega con orgullo.
Conciente de que ser la pareja de uno de los grandes productores de la televisión argentina le significa una exposición mediática extra, asegura que logró mantener un equilibrio entre su vida privada y su vida pública:
"No me expongo mucho. Jamás hago una nota con él ni una tapa de revista. No trabajo de mujer de Adrián. Pienso que la exposición la genera uno. Si se está hablando mucho de vos, de con quién salís y con quién no es porque uno lo hace visible. Yo empecé a salir con Adrián hace casi cinco años y se habló de mí porque era noticia que sea su novia. Se habló en ese momento y yo no hice nada. Me ofrecieron notas y no acepté. No quería ensuciarme con algo más amarillo. Si uno no genera la histeria no hay, y a mí me tratan con mucho respeto"..
 (Revista Hola)

domingo, 22 de abril de 2012

Me pesa más el amor que le tengo a Adrián que mi ego

La actriz revela sus sentimientos frente a su maternidad, habla de su carrera, de la fama y dice que no le molesta que digan “la mujer de Suar”.

Griselda Siciliani está sorprendida con esto de estar embazada. No tanto con la idea de tener una nena, con su novio, Adrián Suar (¿hay que decir quién es?), sino por el puntual hecho de una persona creciendo en su interior: “Es una persona que vive de vos adentro de tu cuerpo, decí que tiene cierta poética y amor, pero biológicamente es rarísimo”. Su debut en el cine como una ex pareja de un imitador de Elvis fue el film que llevó a Sundance (“Ni siquiera soñaba con hacer una película. Viniendo del teatro, ya de por sí la tele fue raro para mí. Menos me iba a imaginar Sundance con mi primera película.”) Película que se estrena el 26 de abril, dirigida por Armando Bo (el nieto de la leyenda del cine), donde la actriz aceptó trabajar sabiendo que no era protagonista. “No me importaba”, dice ella. Por estos días, madre e hija (Margarita) ya tuvieron su primer instante público: Siciliani mostró la panzota en el video de la banda La Franela.
—El protagonista de la película es un imitador de Elvis que ha moldeado su vida en torno del Rey. ¿Quién sería tu Elvis?
­—Mmmm. Sabés que antes pensaba sobre eso, sobre si quería ser como alguien… pero no recuerdo mucho. Recuerdo que cuando era niña, cuando era básicamente una bailarina, mi ídolo era Baryshnikov, así que tenía mis ídolos de la danza, pero no quería ser ellos. Tenía el póster, el video, la fascinación. O mismo Julio Bocca. Pero no recuerdo disfrazarme de otra persona. Ahora de adulto, no…
—Marcaste mucho la palabra “adulto”…
­—¿Sí, no? Pero cuando te va bien es muy satisfactorio, el sentir que vas haciendo tu propia personalidad artística en lo profesional. Pero sí, ahora que estoy embarazada definitivamente soy un adulto. No me da miedo. Me llama la atención que uno se siente más joven de lo que es, siempre. Ves a uno de 28 y pensás es igual que yo. Y no. Mi mamá a los 30 tenía cinco hijos, ya. ¡Cinco veces había parido! ¡Así! ¡Siendo docentes! Y yo pienso: “Uh, voy a tener un hijo, ¿estaré preparada?” ¡Ya soy una vieja prácticamente! Es otro mundo.
—¿Estás preparada? ¿Te gustaría ser el Elvis de tu hija?
­—Yo creo que sí, que voy a estar preparada. A medida que pasa el embarazo, voy perdiendo los miedos y digo, bueno, yo seré como pueda. Como que estar preparado es estar atentos pienso, poder amar a ese hijo como uno pueda. Después lo que a uno le gustaría ser como padre o no, equivocarse o no…eso antes estaba en un primer plano, llevado a la realidad es otra cosa lo que te preocupa.
—¿Y te da miedo que sea la “la hija de…”, que las revistas quieran fotos de ella saliendo del colegio? Son algo así como los Brangelina locales.
­—Bueno, no tanto. Primero tendríamos que adoptar a unos ocho o nueve más. No me da miedo porque yo vivo con mucho relajo mi pareja. Tendría que estar atenta a que ella tenga muchas visiones de cómo es el mundo y no sólo ésta, la de ser “la hija de…”. Pero al mismo tiempo, ésa va a ser su realidad, siempre y cuando no lo viva infelizmente. Otros chicos sabrán lo que es ser hijo de padres docentes porque es lo que les tocó. A lo que tengo que estar atenta es a la sanidad psicológica.
—Alguien le dijo a Jagger: “Vas a ser tan famoso que te van a sacar fotos cuando pases por los aeropuertos”. Vos, ¿cómo vivís la fama?
­—La vivo bastante bien, porque en mi caso es consecuencia de un trabajo y de mi dedicación. El que sufre por eso es porque está sufriendo por otra cosa. No sé, Maradona realmente no puede salir a la calle, en ningún lugar del mundo. Que te saquen una foto cuando salís de comer no es un asedio. Pero ahora te saca más fotos la gente que los fotógrafos: ¡estás toda crota yendo al supermercado y te quieren sacar una foto!
—¿Te da miedo perder ese día a día, el poder ir al supermercado?
—Lo único que pasa es que la gente te mira. Y hay algo extraño: te acostumbrás. Cuando me voy a otro país, ahí sentís que no te miran, realmente. Es lo máximo que la gente te mire, la verdad. No tiene ni comparación lo que ganás contra lo que perdés.
—¿Qué hacés cuando en un país tan machista se usa el mote “la mujer de Suar”?
—Y... me la fumo. En un punto es el machismo y en otro, porque Adrián es un personaje muy importante dentro del medio. Supongo que si él fuera una mujer y tuviera ese rol, sería “el hombre de…”. Sé entender eso.
—¿Pensaste mucho en eso antes de salir con él?
—¡Sí! Porque el ego es muy grande. Pero nunca me pegó mal porque estoy enamorada de él. Supongo que debe ser más raro para “la hija de…”. Me pesa más el amor que le tengo que el ego que tengo, al que le molesta que me digan “la mujer de…”.
—¿Qué te gustaría que fuera Margarita?
Ni idea. Imagino que va a tener una inclinación artística. Soy actriz y mis padres son docentes. Somos seis hermanos y cada uno hace una cosa distinta.
—¿Cinco hermanos para Margarita, entonces?

—Ahí, sabes que me siento re mezquina, porque tener hermanos es lo más, tengo un tatuaje que dice “hermanos”. Le agradezco al hijo de Adrián, a Tomás, su existencia porque ya tiene un hermano de entrada.
—¿Qué no harías laboralmente? ¿Un “Bailando”?
—Creo que no conduciría nunca un programa. No me gusta. No me sale. Entiendo que es medio un personaje, pero siento que yo sería malísima. ShowMatch me ofrecieron mil veces. “Bailando” siempre me atrae por esa intensidad con la que entrenan y bailan y bailan, ya que trabajar de bailar es lo que hice toda la vida. Pero después, tengo que hacer de mí, que es algo con lo que no estoy tan cómoda.
—Podés hacer un personaje.
—Hay un jurado, es un concurso. No sé si me atrevería a concursar públicamente. No disfruto eso. Pero es atractivo estar bailando, bailando, y un ritmo y después otro. Hay algo de juego en eso. Por ahí ahora te digo que no, pero en otro momento, estoy. Nunca se sabe cuándo se va a pasar hambre. 

 "Me gustan mucho los desnudos"

Ya salió la pancita en el video musical de La Franela. Pero considerando que fue parte –que no tapa– de Playboy, ¿haría Siciliani la gran Demi Moore? “No estoy tan bien físicamente como para andar desnuda. Me gustan mucho los desnudos. En Hermosura, la obra de teatro que hacía con El Descueve, estaba desnuda. Me parece una pavada toda la histeria que hay con el desnudo acá. En Playboy no se me veía nada; de espalda, el c…, no más. O sea, la nada.”
¿Por qué cree entonces que está ese tema con el desnudo en nuestra sociedad si hay mujeres desnudas constantemente en la TV?: “Las bailarinas no tienen ese tema del desnudo. Obvio, era lo más salir en Playboy, pero para que veas cómo son las cosas, en ese momento estaba haciendo Hermosura y hacía un número mucho más jugado y zarpado. Como bailarina, tu cuerpo es tu instrumento. Yo a los 13 años bailé en la obra de fin de año de la Escuela Nacional de Danza, bailábamos todas con una falda y en topless. Teníamos 14 años y no nos parecía para nada raro. El cuerpo se utiliza de diferentes maneras. Moralmente, no entiendo el tema de los desnudos.”

Perfil.com

Griselda Siciliani: en nuevos territorios


Mientras espera el estreno de El último Elvis, que llega a las salas el jueves, la hiperactiva actriz cuenta que ha bajado las revoluciones para disfrutar su embarazo.

Por Natalia Trzenko  | LA NACION

Duermo mucho, de hecho me acostumbré a dormir hasta el mediodía porque a la noche estoy hasta las cuatro de la mañana despierta yendo a hacer pis. Así estoy hoy, empollando. Leyendo todo el día, con un nivel de estrés cero, bajo cero. Un estado que creo que no lo tuve ni de chica", dice Griselda Siciliani y lo cierto es que ese estado se le nota en la cara. Y en la panza, obvio. Griselda está embarazada de Margarita, que aunque todavía no llegó ya logró lo que parecía imposible, lo inédito, que su mamá bajara la velocidad de una carrera que la tiene hace años entre lo mejor para ver tanto en la televisión como en el teatro. Y muchas veces en los dos lugares al mismo tiempo, grabando todo el día y haciendo función a la noche como si sus días no tuvieran 24 sino 48 horas. Pero eso fue antes, porque ahora su actividad más intensa, además del necesario sueño, claro, es leer y leer y leer. Esta charla para hablar de El último Elvis, la película de Armando Bo que Disney estrena el jueves, es lo más parecido a la exigencia laboral que tendrá en mucho tiempo.
"Le decía a mi hermana que mido mi nivel de tranquilidad por la lectura. Nunca me pasó de meterme en una novela tras otra sin pensar: «Ay, tendría que estar estudiando la letra» o «tendría que ir mirando tal proyecto, por este ratito que tengo no voy a abrir el libro». En cambio, ahora me leo una novela en un día. Y lo estoy disfrutando a full, porque es un estado nuevo y único. Estoy a pleno con el ocio creativo", cuenta Siciliani y se ríe un poco porque ni ella misma pensó que esto -que ella embarazada- iba a ser así. Después de todo ésta es la misma persona que se tomó exactamente siete días de descanso entre el final del unitario Para vestir santos y el comienzo de las grabaciones de Los únicos, ciclo por el que acaba de ser nominada para un Martín Fierro a la mejor actriz de novela. La misma que vivía en el reverso del estrés bajo cero empollador, con mucha creatividad, pero poco ocio.

"No extraño el trabajo"

"Este es el primer descanso que me tomo después de dos años y medio seguidos de televisión y de hacer además la trasnoche teatral con la obra Corazón idiota. Pero no extraño el trabajo. Pensé que me iba a poner a proyectar mucho, a armar alguna movida independiente y aunque me junté con los chicos de El Descueve, siempre hablamos muy a futuro, para 2014 o la segunda mitad de 2013. La verdad es que pensé que iba a tener mucha más ansiedad por el trabajo, pero es tan raro lo que pasa en el cuerpo que de alguna manera te obliga a ubicarte en esta situación", explica y adelanta: toda decisión relacionada con el trabajo está demorada hasta después del parto.
"Primero tengo que ver cómo me pega la maternidad. Hay cosas que de todos modos ya me di cuenta: hacer teatro y tele al mismo tiempo no va más. Cada año tendré que elegir si hago televisión o teatro. O si hago una película. Porque el cine, para los actores, es menos esclavo. Menos que el teatro seguro, donde no podés faltar ni un día. Porque si faltás hay que suspender la función y es una tragedia."
Esta tranquilidad, esta misión zen de no superponer trabajos es tan nueva para Siciliani como la maternidad. Ya se dijo: antes ocurría todo lo contrario. Si hasta lo imposible -filmar una película al mismo tiempo en que se protagoniza un unitario y una exigente obra de teatro- ella lo hizo posible.
"El rodaje de El último Elvis fue durante el tiempo de Para vestir santos y Corazón idiota. En los días que no grababa, filmaba, y de ahí me iba al teatro. Fue un año muy cargado, de mucho esfuerzo, pero si no lo intentaba no la podía hacer y me daba mucha pena no poder hacerla", cuenta la actriz que eligió este film para su debut en cine sin haber leído el guión que Bo escribió junto a Nicolás Giacobone, con el que también había compartido la autoría del libro de Biutiful, la película de Alejandro González Iñárritu.
"En 2007 me enteré de que me querían ver para un casting de una película. Mi representante me contó la historia, me pareció espectacular, quería audicionar y después no supe nada más. Pasaron los años y en 2010 me llamó el director de casting, Javier Braier, para hablarme de la misma película, me dio un DVD y el guión. Llegué a mi casa, lo vi y lo llamé a Javier para aceptar el papel sin ver el guión", se entusiasma Siciliani.
Las imágenes que la decidieron sin duda ni pausa eran las de la prueba de cámara de John Mc Inerny, el protagonista del film, el que interpreta, sin ser actor pero con una voz prodigiosa, al último Elvis del título. Un hombre que se llama Carlos Gutiérrez, vive en Avellaneda, pero está convencido de que su talento para cantar como el Rey del Rock se lo legó el mismísimo muchacho de Memphis desde el más allá.

La decisión

"Me recomendaron que leyera el guión porque mi personaje no tiene muchas escenas, pero eso no me importaba. Yo quería hacer la película aunque tuviera una sola porque realmente quería participar de este proyecto cuando vi a John cantando con la guitarra. Era una situación que tenía belleza, duraba un minuto y me conmovió. Me pareció que si me pasaba eso con una prueba de cámara estaba claro que me interesaba lo que querían contar", explica Griselda que eventualmente leyó el guión, se reunió con Bo y aceptó un radical cambio de aspecto para interpretar a Alejandra Olemberg, la ex mujer del Elvis local que prefiere llamarla Priscilla, aunque en nada se parezca a la belleza con la que Presley se casó y tuvo a su única hija, Lisa Marie.
"Hablé con Armando y él me preguntó si estaba de acuerdo con afearme para la película. Me decía que hay muchas actrices que no quieren aparecer más viejas, más feas, más secas y que eso era lo que él necesitaba. Yo estuve de acuerdo. En el guión estaba claro el rol que juega mi personaje. Es una mina que tenía que tener mucha tierra, una mina que no tenía vuelo, ni luz ni nada. Es una mujer que está ajada. Y para mí era un desafío sacarme de encima el histrionismo y el brillo que en general me toca interpretar. Armando me repetía que me tenía que sacar la luz", recuerda Siciliani y dice que la insistencia dio sus frutos. Aunque fueran unos frutos bastante inusuales para una actriz con tanto carisma como ella.
"La gente que venía al rodaje no me reconocía. Armando me contó que en unas funciones que hizo con amigos y otros directores antes de que la película estuviese completamente terminada, mostrándoles una versión sin títulos, muchos no se daban cuenta de que la que interpretaba a Alejandra era yo. Eso fue genial para nosotros. Me acuerdo de que hasta lo festejamos con un abrazo. Para él era muy importante que no se viera en pantalla a Griselda Siciliani haciendo de una chica ajada", dice ella, la única intérprete que debuta en cine -antes había bailado en una escena de La antena de Esteban Sapir-, con la esperanza de que nadie la reconozca.
Aunque ya pasó bastante tiempo y ahora su concentración está puesta en lo que vendrá, la hija que tendrá con su pareja, Adrián Suar, algo de aquel rodaje compartido con actores no profesionales, entre ellos una nena que hacía de su hija llamada Margarita [López] -"como mi hija", dice-, se vuelve presente y de alguna manera se conecta con su maternidad, con la paternidad. "La filmación fue maravillosa, a todo el equipo se le notaba el proceso de años de trabajo que tuvieron con la película. Fui muy respetuosa con ellos porque uno siempre está un poco más alejado del corazón del asunto que los guionistas y directores. Para Armando es algo muy propio, muy personal. Es como un hijo al que estuvieron cuidando durante años ", dice Griselda, que entre una siesta y otra, entre el prólogo de una novela y el epílogo de otra se está preparando para hacer lo mismo, para la llegada de Margarita. Y al trabajo, por ahora, le toca otra dulce espera.

LA EXPERIENCIA SUNDANCE
Unos cuantos meses antes de que llegara el estreno local, mucho tiempo antes de que El último Elvis fuera la película de apertura del Bafici, estuvo Sundance, el más importante festival de cine independiente que se lleva a cabo en pleno invierno norteamericano en la nevada Park City.
"Un día me llamó Armando y me contó que la película había entrado en la competencia oficial de Sundance. Tenía idea de la importancia del festival, pero después me empecé a enterar de la cantidad de films que se presentan. Participar entre las catorce películas de todo el mundo era casi como ganar un premio. Estaba en reposo cuando me avisó pero suponía que cuando fuera el festival ya iba a estar bien y para mí la única manera de ir a un festival es no estar trabajando y no estar trabajando significa estar embarazada o que me cortaran una pierna", se ríe Siciliani mientras recuerda su aspecto, cero glamour, cuando llegó al festival creado por Robert Redford. "Parecía un equeco con la panza, el suéter y la campera", dice y larga la carcajada, contenta por haber viajado al festival, embarazada y, por suerte, con las dos piernas intactas..
(Fotos en HQ by @OtraNovelaGSyMM)

Mi hija es el proyecto más importante

A punto de estrenar "El último Elvis", se presentó ayer en el Bafici, y de ser madre de Margarita, fruto de su amor con Adrián Suar; se va a tomar todo 2012 para disfrutar de su maternidad y aprovecha estas páginas para dejarle un mensaje a su hija antes de conocerla

El 26 de abril se estrena la película "El último Elvis", en la que participás. ¿Cómo fue esa experiencia?
¡Hermosa! Una gran experiencia de debut cinematográfico. Estoy feliz de haber elegido esta película para empezar. Siempre por una cosa o por otra, no había incursionado: porque no me gustaba mucho el proyecto, o porque no tenía tiempo por la tele o por el teatro como para aceptar algunos trabajos de cine, porque hay que estar prácticamente libre para hacerlo. Y finalmente siento que el destino hizo que ésta sea mi primera película, porque es hermosa. Me gusta mucho como espectadora y hago un personaje con un desafío grande, muy diferente a todo lo que había hecho. Tuve que hacer una transformación estética importante, afearme y ponerme más oscura, así que estuvo buenísimo eso para mí. Yo ya vi la película un par de veces y tardé en reconocerme, me cuesta. Y eso es muy interesante, está bueno.

¿Qué te atrajo del personaje?
En parte esto de tener que investigar otro color de actuación, que no es el que me toca hacer por lo general. Es un color muy apagado y entonces es muy interesante investigar cómo actuar esa oscuridad sin apagar lo actoral, pudiendo actuar bien igual, pero logrando que el personaje esté opaco.

¿Te llevó mucho tiempo de preparación lograrlo?
Me llevó un tiempo. Son pocas escenas, pero tenía que contar muy claramente una situación y aportar muy prolijamente al cuento total de la película. Me llevó trabajo y sobre todo me llevó un trabajo largo decidir cada cuestión estética, pero Armando (Bo) lo tenía muy claro. No tenía dudas de cómo tenía que ser.

¿Aportaste tus ideas en cuanto a la estética de tu personaje?
No. La verdad es que no. Armando, antes de que empezáramos, me dijo que yo iba a tener que parecer más vieja, más fea, menos luminosa y me preguntó si estaba dispuesta a después verme horrible en la pantalla y le dije que sí, porque además él tenía todo muy claro. Cada suéter, cada maquillaje, cada detalle lo tenía en su cabeza, por lo que para mí fue fácil y me entregué.

¿Te pesó a vos que tu primera experiencia en cine fuera así y con él, que viene de una familia icónica del séptimo arte?
No. Me gustó, porque él tiene mi misma edad, pero a mí todo el tiempo me parecía que él era más grande, porque tenía tan claro lo que quería hacer y, además, el proyecto tiene tantos años en su vida, que era muy relajado trabajar con Armando. Es muy cálido y tenía muy claro lo que quería hacer, a pesar de que es su primera película. Es un director de publicidad muy reconocido y, claro, lo lleva en la sangre. Es un artista que tiene mucha personalidad y cuando ves la película, te das cuenta de eso. Es una peli que no se parece a otra, que realmente lo refleja a él como artista y eso está bueno.

¿Te toca en alguna fibra íntima el hecho que la película gire alrededor de Elvis Presley de alguna manera?
En realidad, en la película mi personaje no se toca en nada con la vida de Elvis Presley, porque justamente el mío es el personaje más real, más a tierra de toda la peli. Entonces para ella no hay Elvis, no hay nada. El protagonista se llama Carlos Gutiérrez y es un imitador de Elvis; mi personaje tuvo una hija con él y odia haberlo conocido, no lo soporta, le parece un looser que no sirve para nada. Lo de Elvis le parece una pavada. Ella, de hecho, lo llama Carlos y él le pide que lo llame Elvis. Sí me gusta mucho como espectadora que tenga ese color, que estén las canciones. No soy fanática de Elvis, pero me gusta mucho como a todos, porque ha sido uno de los más grandes. Cuando íbamos a empezar a filmar le pregunté a Armando qué canciones iba a tener la película, porque me parecía que eso iba a ser de lo más lindo porque John (Mc Inerny), que es el actor que hace el papel protagónico, canta increíble, se te pone la piel de gallina. Entonces cada escena en la que él canta es muy emotiva.
Adrián, que sí tiene mucha experiencia en cine, ¿te aportó algo?
No, nada (risas). En realidad, no le pregunté mucho tampoco. Le iba contando cómo era la experiencia y ni siquiera quiso ver la peli antes, la quiere ver en el estreno. Vio el tráiler y le pareció una belleza, porque se perciben una estética y un mundo muy atractivos.

¿Te pasó a vos alguna vez o viste a algún compañero al que le pasara esto que sucede en la película, de no poder sacarte al personaje? 

Esto de la peli es muy especial, porque es alguien que cree que es Elvis. Sí lo he visto en algunas personas y he trabajado con algunos dobles que el modo en que lo viven, si bien no es tan extremo como lo cuenta la película, es con mucha seriedad, con mucha convicción.
¡Son el personaje las 24 horas!
Sí. Sí. Todo el tiempo, y eso sí me llama mucho la atención. Es una realidad que existe para algunos.
¿Alguna vez quisiste ser otra persona, como pasa en el filme?
Supongo que tal vez en la niñez, pero siempre tuve una inquietud artística propia. Siempre que admiré a alguien, no quería ser esa persona; a lo sumo quería ser tan buena como ella.

¿Cuál es tu próximo proyecto? 
 Éste (dice señalando su panza de 7 meses y medio). Mi hija es el próximo proyecto más importante. En realidad, es el próximo proyecto y no tengo más.

¿Vas a abandonar un tiempo tu trabajo? 
Sí, sí. Todo. No sé cuánto tiempo porque nunca tuve un hijo y no sé cuánto voy a sentir que necesita mi hija o que yo necesito darle y estar totalmente desocupada. No sé cómo me va a pegar. No sé nada. Pero sí me planteé dejar todo por el año 2012. Voy a parir a fines de mayo o principios de junio y quiero estar todo 2012 viviendo mi maternidad.

¿Y ahora cómo lo vas viviendo?
Ahora es raro. Durante los tres primeros meses la pasé muy mal, realmente muy mal. Tuve muchas náuseas, mucho malestar las 24 horas. Fue agotador, llegó un momento en que preguntaba: "¿Cuándo voy a tener al menos un rato en el que me sienta bien? ¡Un rato!". Estaba trabajando y en esos tres primeros meses tuve que estar durante un mes en cama porque tenía pérdidas, tuve que dejar mi trabajo repentinamente y pilotearla. A su vez estar en cama, con pérdidas, quieta y sintiéndome mal. No eran sólo las pérdidas sino también las náuseas y los vómitos y todo. Así que esos tres meses… Además, las hormonas a mí me generaron un mal humor y un malestar, un odio por todo. La progesterona es una delincuente, es muy horrible y por las pérdidas te dan más progesterona todavía, entonces en un punto sos una loca hormonal. Pero a la mitad del cuarto mes ya me empezó a desaparecer todo eso y el segundo trimestre ya la estoy pasando muy bien.

Ahora te gusta. ¿Entonces ahora sí dirías que repetirías la experiencia?
No sé, porque esos tres meses fueron arduos.

¿Y te planteaste alguna vez cuántos hijos querés tener?
Yo creo que voy a tener ésta sola. Pero como en realidad nunca tuve un hijo, no sé. Todos te dicen que la evaluación viene después. Ahora es un embarazo y para el que ya tuvo un hijo, un embarazo tiene otra connotación, porque ya sabe lo que es tener un hijo. Pero para mí que no sé todavía, en el momento en que nazca y que me pase lo que me pase con ella, ahí siento que recién voy a poder decir si voy a querer tener otro o no. La verdad es que no sé todavía cómo me va a pegar.

¿Y cómo te imaginás como mamá?
Fantaseo de mil maneras. Me veo medio extremista. Pienso que voy a ser o muy relajada o muy loca, tipo "no toquen a mi hija". Me imagino cómo será mi Margarita, qué personalidad tendrá.

Vos ya lo conocés a Adrián como papá. ¿Qué te gustó de él en ese rol, que hizo que decidieras tener un hijo con ese hombre?
Es un padre muy amoroso con su hijo, muy cariñoso, muy ocupado de él. Todo el tiempo está pendiente de qué le pasa y cómo está. Los días que no está con él lo extraña, yo le veo la cara y me doy cuenta de que lo extraña a Toto. Si está unos días sin verlo, ya me doy cuenta de que le hace falta estar con él. Y eso que Toto ya es grande y tiene 13 años. Lo veo con mucho amor y muy relajado también, con bastante libertad.

¿No es un padre castrador?
No, para nada.

¿Vos te imaginás muy cuida?
No sé. Podría llegar a ser castradora o podría dejar que tome vino a los dos años (risas). La verdad es que no tengo ni idea.

¿Te preocupa, ahora que vas a traer un hijo al mundo, esta fama de ustedes que hace que los persigan los fotógrafos todo el tiempo?
Sí, ahora con el embarazo me daba cuenta de que por momentos me fastidiaba un poco. No sé, en el verano me sacaban doscientas fotos y yo me preguntaba cuántas fotos iguales necesitan, saliendo del mismo restaurante, con el mismo vestido. Además estaba fastidiosa, sentís que toda la ropa te queda mal, que usás siempre lo mismo y tenés menos paciencia, no tenés ganas de nada. Y por momentos pensaba que no la quiero ver a mi hija en todos lados, no quisiera que nos estén molestando a nosotros en la intimidad de la familia. Pero bueno, hasta que no suceda no me voy a ocupar, aunque supongo que mandaremos una carta a los medios para que no puedan mostrar a Margarita, porque si no todo queda muy libre y está en todas partes la cara de tu hija y ella no lo eligió. Yo supongo que eso es más que nada lo que me preocupa. Si después ella elige que quiere salir en las revistas, bueno.

¿Sufriste por los cambios corporales que implica el embarazo?
Sí, sí. Mucho no, porque mientras me sienta bien, la metamorfosis es una anécdota, pero me voy dando cuenta de cómo cambia todo el cuerpo, desde lo estético hasta lo interno. Tengo todos los órganos acá arriba. Por un lado es tan maravilloso y por el otro es tan bizarro todo lo que le pasa al cuerpo de la mujer que me sorprende. Yo estoy todos los días como expectante a ver qué me pasa hoy. Todo es rarísimo. Tenés que usar un número más de zapatos porque se te hinchan los pies y te aprietan. Son todas anécdotas, pero es increíble la metamorfosis. Yo pienso que hasta la que menos cambios tiene igual lo debe sentir, porque claramente adentro del organismo pasa de todo. Bueno, ¡ni hablar de que hay una persona creciendo acá adentro! Me parece rarísimo tener a una persona viviendo adentro (risas).

Todo este tiempo que no vas a trabajar y que te vas a dedicar a Margarita, ¿también te vas a dedicar a ser ama de casa?
No (y se ríe contundentemente).

¿No te llevás con ese rol?
No, para nada.

Pero tengo entendido que tu amiga Carla Peterson elogia cómo se come en tu casa.
Pero porque hay una señora que cocina en mi casa. Me gusta comer, me como todo, pero no cocino nada y sé hacerlo. Cuando vivía sola me cocinaba, pero no me gusta ni me interesa. Me gusta mucho comer y me gusta la gente que cocina rico. Y siempre hay alguien en casa que cocina rico, o voy a comer afuera o pido delivery, o me arreglo con cualquier cosa, pero soy cero ama de casa.

Y tampoco te lo exige Adrián.
No, por suerte no. Yo supongo que a él le encantaría que yo cocinara, pero ya me conoció así: bataclana, y bataclana moriré.

Para terminar, si Margarita se topa con esta revista dentro de 10 años, ¿qué te gustaría contarle?
Que la vi en una ecografía y estaba divina. Que estoy esperándola y que estoy muy feliz.

Griselda Siciliani en la apertura del BAFICI

Griselda Siciliani es la protagonista de la película argentina “El último Elvis”, opera prima de Armando Bo (nieto) que abrió la 14ta. edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici).
                                  

Se trata de la historia de un doble de Elvis Presley aquejado por las dificultades económicas y la tensa relación que mantiene con su ex esposa y su pequeña hija.

La actriz y mujer de Adrián Suar dijo que está “muy contenta” y que “es un orgullo” ser parte del Bafici: “Está buenísimo de participar con una película de este festival y más si es la apertura que es como casi un premio que te dan”.
Con la pancita a la vista de todos, la actriz que participó en la exitosa primera parte de Los Únicos, contó a Canal 26 que ya está “de siete meses”. “Estoy muy feliz, disfrutando y con mucha ansiedad, por momentos y en otros más tranquila”, declaró. 
La opera prima del nieto del director de “El trueno entre las hojas” y “Embrujada”, ambas con Isabel Sarli, está protagonizada por John Mc Inerny, un talentoso cantante que imita a Presley a la perfección y que interpretó una canción al final de la proyección, y Griselda Siciliani, que brilla a cara lavada en su primer papel dramático en cine.
   
El acto de inauguración del Bafici, que este año tendrá nada menos que 449 películas locales e internacionales en una programación tan abultada como diversa, se llevó a cabo en el Teatro 25 de Mayo del barrio porteño de Villa Urquiza, con la presencia del ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y el director artístico del festival, Sergio Wolf, informa Telam en su página web.


El acto de inauguración del Bafici, que este año tendrá nada menos que 449 películas locales e internacionales en una programación tan abultada como diversa, se llevó a cabo en el Teatro 25 de Mayo del barrio porteño de Villa Urquiza, con la presencia del ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y el director artístico del festival, Sergio Wolf, informa Telam en su página web.
A ellos se sumaron, además del director, los actores y el equipo técnico de “El último Elvis”, numerosos actores, cineastas y productores de obras programadas en las distintas secciones del festival, como Gabriel Medina, Gonzalo Tobal, Milagros Mumenthaler, Ximena González, Ernesto Baca, Martín Oesterheld, Homero Cirelli, Inés de Oliveira Cézar, Luis Ortega y Edgardo Cosarinsky, entre otros.
Con su estreno comercial fijado para el 26 de abril próximo, “El último Elvis” viene de competir en el Festival de Sundance, Estados Unidos, y es el debut en la realización del hasta ahora director de cine publicitario, guionista de la película “Beautiful” -del mexicano Alejandro González Iñárritu- y nieto del famoso actor y cineasta argentino Armando Bo.
“El último Elvis” también marca el debut cinematográfico de la actriz Griselda Siciliani, conocida por sus papeles televisivos en series como “Para vestir santos” y “Los únicos”. 
El filme tiene como figura central a un arquitecto platense de 43 años que se ha convertido en una suerte de clon del Rey del rock and roll que actúa con su banda Elvis Vive, y es considerado uno de los que mejor lo imitan a nivel internacional, acompañado por Siciliani y la niña Margarita López.
“Mi pasión por Elvis surgió desde muy chico, mi padre tenía una colección de discos de vinilo muy importante con música de Johnny Cash, Frank Sinatra, Bing Crosby, donde también había discos de Presley”, declaró McInerny, que trabaja como arquitecto de lunes a viernes y los fines de semana presenta shows con el semblante de “El Rey” de Memphis.
El rodaje de la película, con guión de Bo y Nicolás Giacobone y en la que participaron una docena de dobles locales de figuras famosas de la música, tuvo lugar durante ocho semanas entre agosto, septiembre y octubre de 2011, en diversas locaciones tanto de la Argentina como de los Estados Unidos.