miércoles, 25 de abril de 2012

Griselda Siciliani: "No trabajo de mujer de Adrián"

La actriz que espera un hijo con Suar, su pareja desde hace cinco años, se confiesa en la víspera del estreno de su primera película, El último Elvis
Por Silvina Ajmat
Faltan poquísimas semanas para el parto. O muchas, según el nivel de ansiedad de cada madre. En el caso de Griselda Siciliani, la palabra que define su estado es "tranquilidad". Tiene la voz tomada por un "resfrío estacional", pero no puede medicarse por "Margarita". No le importa. No va a dejar que nada detenga las oleadas de felicidad que vienen por todos los frentes: sentimental, familiar y profesional.
Tras un 2011 coronado por el éxito de Los Unicos , serie que protagonizó y que acaba de recibir cinco nominaciones a los Martín Fierro, incluida su propia candidatura a mejor actriz de telecomedia, este año decidió dedicarse por completo a su primera hija, Margarita, que nacerá en mayo fruto de su relación con el multifacético productor Adrián Suar. Sin embargo, los medios la buscan por estas horas por otro proyecto profesional que la llena de orgullo, la película El último Elvis , que se estrena mañana en la cartelera local, aunque ya se vio y se aplaudió en dos festivales: fue seleccionada para el Sundance Film Festival de Estados Unidos, y se presentó con gran repercusión en el Bafici.

"La primera vez que la vi completa fue en el Sundance. Fue muy emocionante, rarísimo verla con un público extranjero", dice, en diálogo con hola.com.ar . Asegura que nunca se imaginó hacer una película y que llegue a verse en festivales internacionales o, al menos, no se lo vio venir: "No intuía todo esto. Más sin pertenecer al mundo del cine. Hay gente que se dedica hace mucho y tiene más olfato para saber si la película va o no al exterior. Mi intuición fue más por el lado del personaje porque sentía que me servía a mí porque es opuesto a todo lo que hice en mi carrera como actriz, a nivel estético, a nivel lenguaje expresivo. Tuve que trabajar otra cosa y eso era interesante para mí".
En la película, su ex marido se cree Elvis Presley. Es un imitador del "Rey" que vive en la fantasía de encarnarlo, aunque su vida real dista mucho de toda la parafernalia del espectáculo. "Mi personaje es el que lo ve casi como lo ve el público. La película lo muestra más como un ganador. Mi personaje lo ve real. Ella está harta. Tienen una hija pero es muy difícil compartir la crianza con él", explica Griselda. Abunda en detalles porque la apasiona la historia, pero sobre todo, le apasiona verse convertida en ese personaje. Tuvo que teñirse el pelo, "afearse". "Todavía me resulta difícil reconocerme en la pantalla", declara.

Cuando Griselda vio la prueba de cámara que hizo el protagonista cantando como Elvis, se conmovió tanto que quiso ver más, y probar ella también. "Tuve una sensación física de que eso podía ser muy bello. Me gustó cómo trabajaba Armando con las cámaras. Leí el guión, es simple y bello. Armando me propuso este cambio estético tan grande para la película. No tenía idea del resultado. Sentía que iba a ser enriquecedor para mí como actriz".

La maternidad al lado de Adrián Suar

Cuando llegaba al tercer mes de embarazo, Griselda tuvo un susto importante: tuvo pérdidas y le recomendaron hacer reposo absoluto. "No la pasé bien. Me desbarajustó toda la vida ese mes. Tuve que irme de Los Unicos y entender que 'pérdidas' era igual a 'cama'. Sin embargo, aprendí a relajarme. Le hice caso al médico y cuando pasó el tercer mes de embarazo ya todo fue más tranquilo", recuerda ahora. Dice que es muy "colgada" con los preparativos para el parto y que hasta hace unas semanas no tenía nada previsto. "Los mismos nueve meses te van llevando a comprar las cosas que necesitás y a organizarte. ¡No tenía ni siquiera pensado quién sería el pediatra!", cuenta entre risas. "Por suerte, Adrián es mucho más prolijo con esas cosas que yo", agrega con orgullo.
Conciente de que ser la pareja de uno de los grandes productores de la televisión argentina le significa una exposición mediática extra, asegura que logró mantener un equilibrio entre su vida privada y su vida pública:
"No me expongo mucho. Jamás hago una nota con él ni una tapa de revista. No trabajo de mujer de Adrián. Pienso que la exposición la genera uno. Si se está hablando mucho de vos, de con quién salís y con quién no es porque uno lo hace visible. Yo empecé a salir con Adrián hace casi cinco años y se habló de mí porque era noticia que sea su novia. Se habló en ese momento y yo no hice nada. Me ofrecieron notas y no acepté. No quería ensuciarme con algo más amarillo. Si uno no genera la histeria no hay, y a mí me tratan con mucho respeto"..
 (Revista Hola)