"Parece un cuento de nieve", dice Griselda Siciliani a LA NACION, desde la gélida ciudad estadounidense que la recibió el pasado fin de semana: Park City. Allí, en la sede del festival internacional de cine independiente de Sundance, la actriz vivió una experiencia que por momentos considera que fue una ficción. Pero no lo es. La primera película que protagonizó fue exhibida allí y compite por un premio, y la artista, embarazada de cinco meses, está exultante.
Siciliani, que el año pasado protagonizó la comedia Los únicos , contó la intimidad del lunes último, día de la presentación de la película en el festival, una distinción que hacía tiempo no recibía una producción argentina. "Me preparé toda la tarde para el estreno. La vestuarista de la película, Luciana Marti, me trajo una ropa lindísima y vinieron del festival a maquillarme en la habitación del hotel varias horas antes", relata la actriz. "Nos juntamos todo el equipo en el lobby y brindamos; yo brindé sin alcohol por mi embarazo y no probé bocado por los nervios", continúa, mientras revive esa ansiedad que luego se convirtió en felicidad pura.
A las 20.30 del lunes. llegó finalmente el momento. El Prospector Square Theatre se llenó para recibir a Bo, Siciliani y el resto del equipo de El último Elvis para conocer el film y hacerle preguntas al director. Fueron dos horas emocionantes, a las que le siguió una cena de festejo. "Volvimos a brindar. Yo tomé una sopa calentita de calabaza porque había nevado todo el día con temperaturas bajo cero en Park City. Nos abrazamos y me relajé", recuerda la actriz.
Semanas atrás, se dio a conocer que El último Elvis había sido seleccionado para la categoría "Ficción extranjera" en el prestigioso festival de Sundance, creado por Robert Redford, y que se lleva a cabo desde el jueves pasado hasta el lunes próximo.
El film, ópera prima de Armando Bo (nieto del emblemático realizador), relata la vida de Carlos Gutiérrez (John McInery), quien se considera la reencarnación de Elvis Presley a partir de un extremo fanatismo. Esta situación, casi absurda, le genera problemas en su vida cotidiana, especialmente con su esposa, Alejandra (Sicialini), y su hija, Lisa Marie (Margarita López). Sin embargo, la vida real (aquella en la que es Carlos Guitierrez) lo pone a prueba y le exige salir de la fantasía. Lo contrario a lo que le ocurre a Griselda Siciliani, que está descubriendo que sus sueños como actriz se están convirtiendo en realidad.