Griselda Siciliani World

“Con el embarazo me siento plena y feliz”

●La enorme felicidad que le produjo la noticia de que está esperando un bebé, se vio opacada por la advertencia de su obstetra: debía guardar reposo por una serie de pérdidas ocurridas en las primeras semanas de la gestación. 

●La actriz de Los Unicos dejó la televisión y el teatro, y se refugió en su departamento.

●Recién el martes pudo salir por primera vez con sus amigas. La preocupación ya quedó atrás. Y hoy todo es alegría...

La cajita de cristal que custodia el deseo cumplido tiene la misma fragilidad del sueño que lo inició todo: de un momento a otro puede deshacerse en mil pedazos. Y uno, despertarse en medio de la noche, con la mirada perdida, desorientado. Porque se trata de esos sueños que, de tan escurridizos, hay que andarlos de puntillas –como canta Joan Manuel Serrat– por no romper el hechizo.

Griselda Siciliani (33) y Adrián Suar (43) persiguieron durante cinco años el anhelo de convertirse en padres; por vez primera ella, de manera reincidente él –Toto, el hijo que tuvo con Araceli González, ya tiene 13 años–. Las ganas vienen desde hace tanto tiempo que la pregunta que más veces debieron responder fue, justamente, si estaban esperando un heredero. Hasta que a fines de septiembre, supieron que el deseo se haría realidad: la protagonista de Los Unicos está embarazada, aunque la confirmación oficial tardó en llegar algunos días más. Pero entonces, la cajita de cristal. Y la fragilidad de un sueño...

En la paciente espera. Tras sufrir algunas pérdidas, se encendió la luz de alarma. Y el lunes 17 de octubre, por consejo de su obstetra, Griselda comenzó un reposo preventivo. Y así como no dudó cuando el doctor le indicó el descanso, también se preocupó por cumplirlo en tiempo y forma. Por eso arrancaron los faltazos a las grabaciones de la comedia que lidera junto a Nicolás Cabré y Mariano Martínez, en la pantalla de El Trece. Previendo que tal circunstancia podría generar las especulaciones de la prensa –y... ¡faltaba más!–, las autoridades del canal, cuyo directorio integra el Chueco, optaron por echar a correr la noticia del embarazo, aún cuando no se habían cumplido los prudentes tres meses de gestación.

Las obligaciones laborales de Siciliani, quien quizá vive el mejor año de su carrera, también alcanzaban el teatro: en el Opera Citi de la avenida Corrientes, Los Unicos consigue de igual modo el guiño del publico; y la actriz, de larga experiencia en el under, su lucimiento personal sobre las tablas. Que tanto en uno como en otro lugar, los estudios de Pol-ka y el Opera Citi, el elenco sea practicamente el mismo -Martinez es la excepción-; permitió ahorrar tediosas explicaciones cuando Griselda se ausentó de la obra de manera repentina. Para graficarlo, basta repasar la semana que vivió Gimena Accardi, a quien un dìa le avisaron que harìa el reemplazo de la ex Para Vestir Santos. En la jornada siguiente, estudió el libro; luego repasó la letra con algunos compañeros. Y al tercer dìa...¡resucitó después de semejante trajin! No, en serio debutó en la obra, asì, en tiempo récord. Griselda debìa cumplir con el reposo sin ningùn tipo de concesión, y hubo que descartar el teatro. 

El nidito de amor que costruyó con el director de Programación de El Trece, en un departamento de Martinez, funcionó como su refugio. Allì, Siciliani afrontó con valentìa una instancia no deseada de la dulce espera. Y precisamente, eso hizo: esperar. Contenida, claro, por sus seres màs queridos: el Chueco, su familia, y sus amigos intimos, como su coleca Carla Peterson.

Salir al Sol. El médico habìa sido claro: "Tenés que guardar reposo durante un mes y medio". Y en estos dìas, en el umbral de la undécima semana de gestación, se cumplió el plazo aconsejado. Por eso, en la noche del Martes 22, y aùn con precaución, casi timorata, la actriz tuvo su primera salida con amigas. Radiante, sabiendo que las preocupaciones quedaron atràs, con ellas se permitió una confesión: “Con el embarazo me siento plena y feliz”, les dijo.

Al teatro ya no regresará; como se acordó de movida, lo de Accardi fue un remplazo definitivo. En cambio, a la televisión sí, aunque con una exigencia en las grabaciones de las escenas acorde a una mujer embarazada; esto es, los poderes se reservan a la ficción... ¡y nada de piruetas! Y con Adrián, además, ya estarían planeando unos días de descanso fuera de Buenos Aires.
Porque los dos ya escucharon a Serrat. Saben que, de vez en cuando, faltan las palabras para describir lo que la vida ofrece, a quienes saben usarla. Aunque podría ser un hijo, nada menos. Pues bien, en eso están.